sábado, 25 de enero de 2014

14.18

“La madurez es un regalo envenenado” Fernando Acero

He decidido ir desnudo de soledad y mentiras,
no acorazarme en un reflejo indigno de nosotros.
Ir al encuentro de nuestras manos y las ajenas
sin empuñar armas o silencios que nos separen,
sin tener que llenar horas con preguntas vacías.

He decidido caminar tranquilo entre palabras llanas,
dejar de lado las colisiones con mi propia ignorancia
y legarles el escenario a los que quieran engañarse.
Estoy cansado de defenderme de los golpes del río,
de mis embates contra los árboles, sus hojas viejas,
estoy cansado de tiranizar a la tinta a base de rabia.

He decidido tantas cosas…

Dejar de esperar a que me acoses con tu ausencia,
dejar de esperar a que, por una vez, te preocupes.

sábado, 18 de enero de 2014

02.09

Ahora sé, después de tantos espejos rotos,
que no podré deshacerme de mis cicatrices,
son líneas que forman este mapa de baches
que, como tantas otras cosas, son tu legado.

Ahora sé, tras atascarme entre mil suspiros,
que estaré varado por siempre en esta casa,
casa de la que solo queda el techo insaciable,
techo que devora cielo, estrellas y esperanza.

Ahora sé, después de tanto amor y farsa,
que viviré consumido, miserable, huérfano,
que ya no queda nada en este teatro vacío
solo un aplauso triste e incomprendido.

martes, 7 de enero de 2014

17.04

No tengo mucho para ofrecer,
a duras penas
una vieja idea,
una imagen gris y polvorienta
que hace dos suspiros y medio
guardaba dentro de una jaula;
un reloj,
piernas largas, negras y finas,
estranguladas y moribundas
desde aquel verano de ceniza;
una bolsa llena de céntimos,
la herencia que me dejaste,
uno por cada perla al suelo,
por cada cuervo abandonado;
un chaleco de hombre muerto
que es lo que me queda
para vestir
todos los días.