viernes, 6 de febrero de 2015

08:21

“El muy verdugo cena distinguido 
una noche de cristal que se hace añicos.
De una canción de Patricio Rey

No lo soñé, la imagen me desfiguró.
Su cuerpo se destripó delante de mí,
depositando un verdugo en mi alma,
algo que me ejecutaría con el tiempo.

No lo soñé, comencé a correr derruido.
Su llanto no llegó nunca a su garganta,
apenas  un par de gritos en plena noche,
fue mi rostro el que se desgajó en tiras.

No lo soñé, se volvió ciega la madrugada.
Su recuerdo alcanzó abatido el hospital,
a duras penas vivo, brindó con la muerte,
me quedó el corazón sonando en alarma. 

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