Intento llegarle al alma
a una hoja en blanco.
Esta noche de guardia poética
a la inspiración
la llevan enloquecidas y en plena ceguera,
a contrarrabia,
las agujas que avanzan en un feroz silencio;
silencio de vejez, caos y sangre,
de tiempo entre barrotes llenos de madrugada.
La intuición se convierte en hogar,
el trabajo en grilletes,
hasta que llegue la cárcel liberatoria:
la mañana, el sueño o el punto final.
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