"Hay que ser infinito y morir cada noche."
Isabel Salgado
Isabel Salgado
El rencor adiestró con esmero
a los dientes de mi memoria,
él les
enseñó a mis recuerdos
a morderme
mientras duermo.
El
rencor y su fea persistencia
acariciaron
las pieles amargas
de
mis días ásperos de soledad,
de
mis noches de ácida rabia.
El rencor me ha amascotado,
me ha
convertido en esto:
en
enfado fácil y de risa débil,
en
dolor hondo y de placer difícil.
Mi
rencor es de un excesivo infinito,
me
ha suicidado demasiadas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario